Podemos decir sin temor a equivocarnos que la tecnología nos hace vivir más y nos hace vivir mejor.

Y es que, más allá de lo evidente, de los procesos industriales, de las plantas automatizadas, robotizadas, de ciudades inteligentes o de terminología como Deep Learning, realidad virtual, inteligencia artificial, fabricación aditiva… si nos paramos a pensarlo entenderemos que estamos rodeados de tecnología, que hay tecnología en todos los ámbitos de la vida.

Se podrían poner mil ejemplos pero hay uno especialmente ilustrativo. Si tenemos la desgracia de caer enfermos y nos tienen que reparar un órgano dañado puede que hagan una “recreación” de ese órgano con fabricación aditiva en base a los datos obtenidos por resonancia magnética. Posiblemente la complejidad de la operación requiera realizar previamente una simulación por realidad virtual e incluso puede que el cirujano opere a través de un robot y que tras la operación pauten un tratamiento de radioterapia. Obviamente la historia de todos estos procesos será informatizada y probablemente la familia contacte con los médicos a través de un smartphone. Así podríamos seguir casi hasta el infinito…

En el ejemplo anterior se puede comprobar la importancia de la tecnología, pero lo que mucha gente no sabe es que en Cantabria contamos con un amplísimo abanico de profesionales de primer nivel en este campo.

Afortunadamente, contamos con unas administraciones que son plenamente conscientes de la importancia que tiene para nuestro futuro ejecutar políticas que incentiven la transformación digital y doten a nuestras empresas de las mejores oportunidades.

A ello le sumamos que nuestros jóvenes pueden formarse en dos universidades excelentes como la Universidad de Cantabria y la Universidad Europea del Atlántico. Por no hablar del prestigio de nuestros investigadores, muchos de ellos reconocidos a nivel internacional, tanto de nuestras universidades, como del Centro Tecnológico CTC que tanto valor aporta a nuestras empresas.

Y, por último, tenemos la gran suerte de contar con un amplio abanico de empresas, muchas de ellas referentes a nivel mundial, pero también pequeñas empresas que empiezan desde un pequeño local, incluso desde el garaje de su casa, pero que derrochan talento y pasión en sus actividades y que desarrollan cientos de aplicaciones que nos hacen la vida más fácil.

De todo ello trata el libro “Buenas prácticas y casos de éxito en la transformación digital en Cantabria”.